martes, 5 de julio de 2011

Era una chica descuidada aunque ella siempre, siempre iba arreglada. Descuido su corazon,
no lo peinaba ni maquillaba. Siempre era ella la que se desnudaba, prefirio sola que mal acompañada. Y casi sin querer dono su vida al dolor, que le arranco la piel y acelero su reloj.
Maldita vida loca, maldita su boca que dijo no quererle mas y ahora le dicen loca, ¿donde vas?
Cuando pasea sola con su pena, y va diciendo que es una sirena, una sirena que encayo en la barra de un bar. Y las arrugas que hoy le dibujan la frente, no son por los años. Pregunto pero el seguro, del corazón, no cubre daños. Creo que la han visto por alguna cantina, vandiendo rosas, pa sacarse la espina. Llorando pregunto, ¿porque? con rabia a un espejo, lejos de contestar este le envio un cruel reflejo. Y aunque nadie sabe su nombre, yo la llamo Soledad. Busca en el suelo pa fumar, colillas que se prenden con la llama de una vida que se apaga en el momento en que deja de arder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario